7 sept 2011

Vacaciones ejecutivas: ¿Mala campaña de RRPP?

¿Son las vacaciones de ejecutivos una mala campaña de Relaciones Públicas?, ¿Pueden tomarse vacaciones los altos mandos cuando les plazca?, ¿En qué situación unas vacaciones puede resultar en catástrofe? A sabiendas de que los profesionales de Relaciones Públicas deben estar en cada detalle, las vacaciones ejecutivas pueden provocar buenas o malas reacciones en los públicos de la organización.

Analicemos brevemente algunos ejemplos en las que las vacaciones ejecutivas no son una buena opción. Veamos en qué situaciones es mejor mantenerse al frente de la nave, y en qué situaciones nos podemos tomar un daikiri en la playa (o si te gusta esquiar, ir a esquiar, o andar a caballo, o la montaña... no tiene por qué ser un daikir... bueh, vos me entendiste).




Vacaciones ejecutivas y Relaciones Públicas.

Como profesionales de las relaciones públicas, sabemos que la empresa comunica en cada momento. Como actor social, involucrado con sus públicos internos o externos (la diferencia entre ellos aquí), la empresa siempre produce comunicaciones de una manera u otra. En plena situación de crisis o cuando los ánimos no son los mejores, es mejor ser cautos con lo que se comunica (intecionalmente o no).

En este sentido, las vacaciones de los ejecutivos traen mucho que hablar. Como profesionales de RP debemos ponernos en los zapatos de todos los públicos y explorar sus intereses y ánimos. Imaginémonos que en pleno conflicto sindical, las vacaciones del CEO en Waikiki con la familia no caerán del todo bien a sus empleados (y ni hablar si se va con la secretaria...).

Medios, líderes y Relaciones Públicas.

Habiendo hecho las correspondientes diferencias entre Relaciones Públicas vs. Periodismo, es importante saber que la empresa se encuentra el 100 por ciento del tiempo observada. Más allá de que se comporte correctamente con su comunidad y sea una "buena ciudadana", no hace falta más que un paso en falso para tener que desempolvar los manuales de crisis.

Más aún, los líderes de la organización son los más expuestos a las miradas de los públicos. En las situaciones críticas o escandalosas por las que pasa la empresa, son los primeros que deben salir a dar explicaciones, y deben quedarse junto al cañón hasta que la tormenta pase. Recordemos que las personas consumen símbolos y el liderazgo es un tipo de símbolo a consumir.


Equilibrio y Relaciones Públicas.

En la vida de las empresas y sus públicos, el equilibrio lo es todo. Si bien, cuando las crisis arrecian, no es conveniente que se vea al CEO rodeado de lujo y de playas suntuosas, tampoco es bueno que se lo vea desaliñado, lleno de trabajo y frustrado o muy preocupado por la crisis. Ambas facetas son contraproducentes.

En una situación de crisis, debes lograr que el CEO de tu empresa se muestre serio, firme, pero confiado en el trabajo que se ha hecho durante años y en la estabilidad de la compañía. Una capacitación sobre técnicas de preguntas críticas y oratoria para voceros nunca viene mal. Un líder fuerte debe ser comprometido y atento, pero también independiente. 

Es por esto una necesidad imperiosa que se guarden las formas y se mantengan los equilibrios, más aún en situaciones de crisis, donde la atención está puesta 100 por ciento en la empresa y sus integrantes.

En este video se muestran algunas técnicas adicionales de gestión de crisis que puedes sumar a tu portafolio y comenzar a ofrecerlas entre tus clientes.


¿Y tú qué piensas? ¿Son buenas las vacaciones ejecutivas? ¿Cuándo deben tomarse? ¿Cuándo no? Déjanos tu comentario y comparte con el resto de los lectores tu opinión.

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